Thursday, July 02, 2009

¿ Qué ha sucedido con derecho a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura...?

Palabras del Presidente de Consecomercio, Fernando Morgado, en el marco de la rueda de prensa ofrecida en la sede de esta institución a los medios nacionales.

Señores Periodistas, Gracias por permitirnos llegar al país con nuestros mensajes de Libertad.

En CONSECOMERCIO, creemos en la libertad y en la Democracia. Es nuestra institucional razón de ser. Así lo establecen los Estatutos que rigen el funcionamiento de este organismo empresarial. Es la proyección gremial de lo que consagra la Constitución vigente de la República Bolivariana de Venezuela.

En CONSECOMERCIO, también creemos en la libertad de expresión. Y en el derecho ciudadano a estar debidamente informados.

Cuando la libertad de expresión y el derecho a estar informados se desconocen, CONSECOMERCIO no duda en exigir públicamente el respeto para ello. Su desconocimiento sólo es posible en países donde no hay Democracia.

El libre ejercicio del oficio de periodistas en Venezuela se ha convertido en un desempeño de alto riesgo. Tan peligroso para los comunicadores como para los empresarios propietarios de los medios independientes de comunicación social.

A los primeros, se les agrede. A los segundos se le persigue. Y la sociedad, que exige estar debidamente informada, ha debido convertirse en interprete intuitiva de la verdad de la que ella es protagonista.

¿ Qué ha sucedido con el Artículo 58 de la Constitución que garantiza el derecho civil ciudadano “a la información oportuna, veraz e imparcial, sin censura”?.

¿ En dónde están las instituciones que deben velar por la plena vigencia del derecho civil consagrado en el Artículo 60 de la Constitución, y según el cual “toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación”?.

La información gubernamental ha convertido a los emprendedores venezolanos en personas sin honor. Los acusa de delincuentes por producir riquezas y generar empleos que liberan a los trabajadores de las dádivas del gobierno.

La inversión particular es, de hecho, un delito. Y el inversionista es un objetivo del Estado, cuando más bien debía ser visto como un colaborador, generador de riquezas y bienestar.

En el medio de esta realidad angustiante y preocupante, discurre el devenir del país y el de la familia venezolana. El de los negocios. El de las empresas. Aunque todo agravado por la empecinada determinación gubernamental de ampliar el espacio de su participación en el ámbito económico.

De dicha forma gubernamental de concebir el hecho económico, CONSECOMERCIO no se ha eximido de cuestionarlos durante los últimos diez años. Tampoco de ofrecer su concurso institucional para el reencuentro del país con un rumbo signado por la transformación hacia la evolución.

Pero en diez años CONSECOMERCIO no ha sido escuchado. Menos en los últimos 180 días. Del 1 de enero al 30 de junio del presente año, 28 millones de venezolanos, siempre esperanzados en poder vivir mejor, sólo han terminado siendo –víctimas– de una inflación galopante cuyos estragos familiares ya no son numéricos ni porcentuales: es una destrucción masiva de las posibilidades de ser menos pobres.

Que el Gobierno nos diga que la inflación será menor del 30% en el 2009, poco importa. Si nos dice que el desempleo terminará por debajo del 10%, tampoco importa. La realidad es que nadie cree en sus cifras y que año tras año, millones de venezolanos, tienen que apostarse en las aceras de nuestras ciudades para lograr el modesto ingreso que le permita la compra de alimentos para sus hijos.

¿Cómo impedir la emigración forzosa de nuestros hijos por no encontrar oportunidades ideales en su propio país para madurar profesionalmente?.

Sin embargo el gobierno nos engaña con la promesa de un mañana próspero. “seremos una potencia” dice. ¿Y CONSECOMERCIO se pregunta; ¿Una potencia en qué?.

La economía venezolana está a merced de la intervención pública. Quedó demostrado, una vez más, que los controles de precios y el cambio no lograron su cometido de controlar la inflación.

Es inaceptable que para el inicio del 2° semestre del 2009, se esté solo apostando a la expectativa de que mejoren los precios internacionales del petróleo, y la creencia de que solo el gasto público garantiza crecimiento económico.

La actividad del comercio y de los servicios se redujo drásticamente en este primer semestre, comparativamente con los primeros seis meses del año pasado. Se ha reducido la capacidad de compra. Los consumidores se han replanteado la forma de gastar, y han cambiado el patrón de consumo.

En Venezuela, salvo honrosas excepciones, las diferentes autoridades responsables de hacerlo no se han ocupado de incrementar la apertura de nuevas empresas.

Para CONSECOMERCIO, el gobierno nacional, debe llamar a un gran entendimiento entre los empleadores y los trabajadores, para lograr el fortalecimiento de la actividad privada. Única vía para alcanzar la vigencia de la paz social que nos garantice salir, airosos de esta crisis.

Los centenares de conflictos laborales que se ha producido en los últimos meses, evidencia la realidad de nuestro país. La ausencia de decisiones conjuntas hacen que cada día la situación sea más insostenible.

La dureza de la realidad social y económica demanda entendimientos consensuales y consensuados. Y CONSECOMERCIO no le teme al diálogo. Ayer no lo hizo. Hoy tampoco.

No comments: