Wednesday, May 20, 2009

Premios a la estupidez (Darwin Awards)

¿Alguna vez te has preguntado el limite de la estupidez humana?

Los premios Darwin se les otorga a aquellas personas lo suficientemente estúpidas como para morir en situaciones de riesgo provocadas por su poca inteligencia, pero cuya eliminación del mundo de los vivos impide que los genes de su estupidez se sigan transmitiendo.

Los requsitos para recibir este “honor” son:

  1. El candidato debe estar muerto o haber quedado estéril.
  2. Asombrosa falta de sensatez.
  3. Causar la muerte de uno mismo.
  4. La persona debe estar en su sano juicio.
  5. El acontecimiento debe ser verificado.

En caso de que alguno de los requisitos no se cumpla la historia pasa a ser tomada como “Mencion Honorifica” o “Leyenda Urbana” (en que caso de no comprobarse si es verdad).

Aqui les dejo algunos ejemplos de como postularse para los Premios Darwin.

ADVERTENCIA:
SI HAS PENSADO EN HACER ALGUNAS DE ESTAS COSAS ERES UN IDIOTA

  • En Detroit, un hombre de 41 años quedó atrapado y se ahogó en una alcantarilla con medio metro de agua cuando se metió de cabeza con la intención de recuperar las llaves de su auto.
  • Sylvester Briddel Jr, de 26 años, murió cuando ganó una apuesta con sus amigos. Ellos decían que no sería capaz de ponerse una pistola cargada con 4 balas en la boca y jalar el gatillo. Sí fue capaz.
  • Un joven suizo murió al caerse del balcón de su hotel durante una competición de escupitajos con un amigo. Tomó carrerilla desde el interior de su habitación para escupir más lejos, pero perdió el equilibrio y se precipitó a la calle desde una altura de 6,4 metros.
  • Tras rodear un auto policiaco que estaba fuera de una tienda de armas, un ladrón entró en el negocio que estaba lleno de clientes y en donde había también un oficial uniformado cerca de la caja. Tras anunciar que aquello era un asalto, hizo algunos disparos con una pistola. El oficial y el dependiente de la tienda respondieron al fuego y algunos clientes también sacaron sus pistolas y comenzaron a disparar. El ladrón fue declarado muerto en el lugar por los paramédicos. Los investigadores de la escena del crimen hallaron 47 cartuchos usados y la autopsia reveló que el ladrón recibió 23 impactos de bala provenientes de por lo menos 7 armas. Nadie más salió herido del incidente.
  • Paul Stiller, de 47 años y su esposa Bonnie estaban aburridos y paseaban en su auto a las dos de la mañana, así que encendieron un cartucho de dinamita con la intención de arrojarlo por la ventana, sólo para ver qué pasaba. Aparentemente ninguno de ellos se dio cuenta de que las ventanas del auto estaba cerradas.
  • El empleado de un zoológico, Friedrich Riesfeldt (de Paderborn, Alemania), dio a un elefante constipado 22 dosis de un laxante animal y un barril de moras, higos y ciruelas pasas antes de que el paquidermo consiguiera defecar. Los investigadores dijeron que Friedrich, de 46 años, intentaba aplicarle un enema de aceite de oliva cuando la bestia descargó. La imponente fuerza de la inesperada defecación del elefante golpeó a Mr. Riesfeldt y lo arrojó al suelo donde éste se golpeó la cabeza contra una roca mientras el elefante continuaba evacuando más de 200 libras (100 kilos) de excremento encima de él. Por supuesto, no sobrevivió.
  • En Rusia, un hombre murió tras participar durante 12 horas en una maratón de sexo en la que uso Viagra para mantenerse activo. La víctima, de apenas 28 años, quería demostrar su capacidad viril en una apuesta. Sergey Tuganov ganó la apuesta pero perdió su vida – Este señor, mecánico de profesión, se le midió al reto que le plantearon dos amigas, estar con ellas durante 12 horas sin parar. El premio que se llevaría si lo lograba, sería una suma superior a los 4 mil euros, unos 12 millones de pesos.Tuganov sabía que sería difícil mantener una erección durante tanto tiempo así que se aprovisionó de una buena cantidad de las pastillitas azules y aguantó las 12 horas. Pero cuando estaba celebrando, su corazón falló y murió de manera inmediata de un ataque cardíaco fulminante. Cuando llegaron los servicios de emergencia no pudieron hacer nada, sólo certificar la muerte de este fogoso y apasionado campeón de un maratón de sexo.
  • Un transportista del estado de Arizona probó un motor a reacción instalado en su propio vehículo, un Chevrolet. En una carretera totalmente recta, el vehículo sale impulsado brutalmente. Durante cerca de 4 kilómetros alcanzó los 700 km/h, y tras esto, llegó a volar a lo largo de casi 3 kilómetros (unos 25 segundos) para acabar estrellándose en una gran roca. El cráter provocado por el vehículo fue de tres metros de profundidad. Los neumáticos terminaron totalmente desgastados, y los únicos rastros encontrados del conductor fueron un par de dientes, restos de uñas y porciones de cabello. Aunque este premio es el más popular de todos los recopilados, esta clasificado como leyenda urbana ya que no hay pruebas de su existencia.
  • Un hombre de 28 años se ahogó en Mount Clemens, Michigan (EEUU), en una piscina de un complejo de apartamentos mientras jugaba un juego con amigos sobre quién podía contener el aliento por más tiempo. Y ganó.
  • Tres jóvenes en Oklahoma (EEUU) estaban disfrutando los festejos del día de independencia y aparentemente quisieron encender algunos fuegos artificiales. El único problema fue el sitio que eligieron para hacerlo. Se pusieron encima de un tanque de destilación de combustible de más de cien mil litros. Curiosamente, había una fuga minúscula, y al encenderse los juegos pirotécnicos se produjo una bola de fuego vista por varios kilómetros a la redonda. Los amigos fueron lanzados varios centenares de metros y sus cuerpos fueron encontrados a 230 metros de sus respectivos asientos.
  • Un abogado y dos amigos suyos estaban pescando en el lago Caddo en Texas cuando se desató una tormenta eléctrica sobre el lago. Todos los demás barcos se dirigieron inmediatamente hacia la costa, pero no el abogado y sus amigos. Solo en la parte trasera de su botecito de aluminio, este individuo se puso de pie, alargó los brazos en forma de crucifijo y gritó “AQUí ESTOY, DIOS, ¡DISPARA!” Y Dios respondió. Los otros dos pasajeros del barquito sobrevivieron el rayo con sólo quemadas menores.
  • Un campesino polaco, Krystof Azninski, podría clasificarse como el hombre más “macho” de Europa al decapitarse él solo. Azninski, de 30 años, había estado bebiendo con amigos cuando alguien sugirió que se desnudaran y jugaran algunos “juegos de hombres”. Comenzaron por golpearse uno a otro en la cabeza con carámbanos, pero luego un hombre tomó una sierra de cadena y se cortó la punta del pie. No queriendo quedarse atrás, Azninski tomó la sierra y gritó “¡Miren esto, entonces!” giró la sierra eléctrica hacia su propia cabeza y se la cortó. “Es raro,” dijo un compañero, “porque cuando era joven, le gustaba ponerse la ropa interior de su hermana. Pero murió como un hombre.”
  • En EEUU, las siguientes personas fueron atropelladas por un tren en mayo de 1998: El Sr. Heath Hess, en Hornell, N.Y. (no oyó el silbido porque estaba hablando con un teléfono celular mientras se tapaba el otro oído para bloquear el ruido que no le permitía oír bien); Jesse Jones, en San Mateo, California (intentó ganarle al tren, yendo alrededor de la barrera que le cerraba el paso), Brian McArdle, de 27 años, en Burlingame, California (sentado en el extremo de la plataforma de la estación, pensó que el tren pasaría sin tocarlo); y David Flannery, de 22 años, en Berkeley Springs, Virginia Occidental (le ganó a un amigo en una competencia de “Quién Puede Estar De Pie Por Más Tiempo En Los Rieles Delante De Un Tren Que Se Aproxima”).
  • James Burns, de 34 años, de Alamo, Michigan, EEUU, murió en marzo mientras trataba de reparar lo que la policía describió como “una especie de vehículo de granja”. Burns le pidió a un amigo que condujera el vehículo mientras él se colgaba por debajo para poder darse cuenta del origen del ruido sospechoso. La ropa de Burns se atoró en algo, sin embargo, y el otro hombre encontró a Burns “envuelto alrededor del eje conductor.”
  • Un hombre de 38 años murió en Jenkins Township, Pennsylvania (EEUU), en noviembre, un par de horas después de haber visitado a un amigo para ver sus culebras. Según el amigo, el hombre había metido la mano en el tanque de una cobra y había tocado a la víbora, que luego lo había mordido. Negándose a ir al hospital, el hombre dijo “soy un hombre, yo me las arreglo,” y se fue a un bar, donde tomó tres bebidas y les presumió a todos los presentes que una cobra lo acababa de morder. Una hora después, había muerto.
  • Ken Barger, de 47 años, se disparó accidentalmente y murió en Newton, Carolina del Norte, EEUU, cuando, al despertarlo el sonido del teléfono al lado de su cama, trató de alcanzar el teléfono pero en vez de eso tomó una Smith & Wesson .38 Especial, la cual se descargó cuando Ken se la acercó al oído.
  • Seis personas se ahogaron mientras trataban de rescatar una gallina que se había caído en un pozo en el sur de Egipto. Un joven campesino de 18 años fue el primero en bajar al pozo de 20 metros de profundidad. Se ahogó, aparentemente después que la resaca lo sumergió, dijo la policía. Su hermana y dos hermanos, ninguno de los cuales podía nadar bien, bajaron uno por uno para tratar de ayudarlo, pero también se ahogaron. Luego llegaron dos campesinos a ayudar, pero también ellos fueron víctimas de la resaca. Los cuerpos de los seis fueron sacados más tarde del pozo de Nazlat Imara, al sur de Cairo. También sacaron a la gallina. Ésta última sobrevivió.
  • Una dieta terrible y una habitación sin ventilación se han indicado como las causas principales de la muerte de un hombre a quien su propio gas lo mató. No había señal alguna en su cuerpo pero la autopsia reveló grandes cantidades de gas metano en su sistema. Su dieta consistóa principalmente de legumbres y coliflor (y algunas otras cosas): una combinación perfecta de alimentos. Aparentemente, el hombre murió mientras dormía por haber respirado la nube venenosa que flotaba sobre su cama. Si hubiese estado afuera, o si hubiese tenido la ventana abierta, no habría sido fatal. Pero el hombre estaba herméticamente encerrado en su habitación aislada. Era “…un hombre obeso con una gran capacidad para crear (este gas peligroso).” Tres de los rescatadores se enfermaron y uno fue hospitalizado.
  • En West Palm Beach, una pareja que había gozado de una buena posición tuvo serios problemas financieros. No viendo la solución, decidieron matarse ellos y a su hijo de 8 años mediante envenenamiento por monóxido de carbono. El hijo se despertó, los despertó y les rogó que le dejaran vivir. El muchacho faltó un día al colegio y no se lo dijo nunca a nadie. Diez semanas más tarde, los encontraron en la cama, el padre había disparado y matado al muchacho, a la madre, y luego a él mismo. Una larga nota de los padres estaba cerca explicando porqué lo había hecho y que no sería justo para el muchacho vivir como una carga para alguien y tener que recordar que sus padres se habían matado.
  • Un caballero decidió que quería jugar al golf 18 hoyos, durante una tormenta. Jugó normalmente hasta el hoyo 8. La Madre Naturaleza le exhortó a hacer sus necesidades, por lo que se encaminó hacia un árbol. Se bajó la cremallera y se puso a la tarea. En ese momento un rayo chocó contra la tierra cerca de allí. Una descarga de electricidad fluyó hacia arriba a través de su chorro de orina y le envió volando hacia atrás, matándolo instantáneamente. Fue encontrado más tarde con su aparato tostado al aire por el guardián del campo.
  • Un muchacho de 17 años se mató en la estación de ferrocarril de Siebnen-Wangen, Cantón Schwyz, Suiza, durante la tarde del 27 de abril de 1997. El caballero se electrocutó cuando subió encima de un tren y se agarró a los cables eléctricos. Quería probar a un amigo que no había corriente en los cables eléctricos del ferrocarril durante la noche.
  • Dos estudiantes universitarios de Houston fueron arrollados por un tren el 28 de marzo de 1997 . Habían puesto monedas en la vía del ferrocarril para verlas despachurrase en una forma alargada. Después de colocar las monedas en la vía, se alejaron para ver desde una “distancia segura” como llegaba el tren. Desgraciadamente, se alejaron y esperaron sobre otro juego de vías en el que llegaba otro tren desde la dirección contraria. La policía encontró sus alargadas formas más tarde.
  • Un hombre decidió confeccionarse un traje que diera la ilusión de que tenía un cuchillo clavado en el pecho. Así que tomó un martillo y empezó a clavar el cuchillo en un tablero de modo que pareciese que tenía un cuchillo dentro del pecho cuando se pusiese la camisa. Por desgracia se clavó el cuchillo a través del tablero dentro de su pecho y se mató.
  • El emperador del Sacro Imperio Federico I se embarcó en la Tercera Cruzada para recuperar Tierra Santa de manos infieles. Luego de cruzar cientos de millas de desierto, sus tropas llegaron por fin a un río muertas de sed. El emperador, primer sediento del ejército, se arrojó de cabeza a las aguas sin medir la profundidad y sin quitarse la armadura. El río era tan profundo que el muy menudo Rey de los Romanos no hacía pie, y, por supuesto, la pesada armadura lo arrastró de inmediato al fondo, donde murió ahogado. Muerte muy poco elegante y menos heroica para quien había soñado con reconquistar Jerusalén.
  • Un señor de 51 años no tenía nada mejor que hacer el 13 de mayo de 1998, que intentar mantener relacciones sexuales con su aspiradora. El resultado se lo pueden imaginar, medio pene quedó por el camino. Lo genial es que encima no se le ocurre otra cosa que decirle a la policía que le habían acuchillado los huevos mientras dormía…
  • Un hombre llamado Larry tenía el sueño de ser Aviador. Como sus dioptrias le impedían meterse en las fuerzas armadas, decidió atar 45 globos con Helio a su silla favorita, sentarse con unos sandwiches, sus cervezas y una escopeta de perdigones (para estallar los globos y bajar) y cortar la cuerda que le unía al suelo. En contra de lo que predijó, no se levantó unos pocos metros, sino hasta 16.000 pies de altura, y ahí permaneció 14 frías horas. Cuando tuvo valor para estallar unos cuantos globos, desequilibró el invento y se estampó contra unos cables de electricidad, provocando apagones en diversos barrios de Los Angeles. Salió vivo, pero no tuvo mujer ni hijos y no tardó mucho en adentrarse en el bosque y darse un tiro en el corazón.

Favorito Personal

  • En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurarse de su muerte cuando intentó el suicido. Fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga. Amarró la otra extremidad de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento. Saltó al precipicio y se disparó al mismo tiempo. La bala no lo tocó pero al pasar cortó la soga sobre él. Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador caritativo lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió… de hipotermia.

A partir de estos premios se creo la pelicula llamada The Darwin Awards (Muertes de Risa) de la que aquí les dejo el trailer.

http://www.youtube.com/watch?v=KIEQXIkXrPU (En inglés)

Y si quieren leer mas historias vayan a la pagina oficial de los premios.

http://darwinawards.com/ (En Ingles)

Wednesday, May 13, 2009

La pandemia comunista

Charito Rojas

Haciendo un alto en sus cadenas, tomas y expropiaciones, Chávez tuvo tiempo y entusiasmo para recibir en Miraflores a Andrea Bocelli, el famoso tenor italiano que estuvo en Venezuela brindando un maravilloso concierto. Exultante, el Presidente hasta le cantó una tonada a Bocelli, quien desafortunadamente (o tal vez sí fue afortunado en esta oportunidad) no tiene vista para presenciar tal espectáculo. Pero allí están las fotos que muestran el fervor presidencial por el cantante italiano. Al igual que Fidel, que Mao y que Stalin, el venezolano siente debilidad por ser "friend" de personajes famosos, como Ruddy Rodríguez, Sean Penn, Oliver Stone, Danny Glover o Naomi Campbell.

"Una época se puede considerar terminada cuando sus ilusiones fundamentales se han desvanecido". 

Arthur Miller, dramaturgo norteamericano (1915-2005).

La experiencia comunista en el mundo es exactamente igual en todas las épocas y en todos los países que han puesto en marcha la letal fórmula. La llamada "dictadura del proletariado" no es más que una gran trampa en la cual caen las masas pobres e intelectualoides de izquierda que creen que descubren el agua tibia, mientras un dictador se aprovecha de semejante estupidez (o bellaquería) para tratar de controlar todo el poder del Estado y permanecer hasta la hora de su muerte aferrado al mando. Puede parecer una explicación simplista pero todos los gobiernos comunistas han realizado los mismos procesos y su final ha sido similar.

Comienzan por engullir todos los poderes del Estado: el Congreso, la Duma, la Asamblea o como se llame en cada país, pasa a ser una dependencia ejecutora de los designios del dictador; la justicia es invadida por la ideología y sólo pueden pertenecer a ella quienes ejecuten las sentencias del régimen sin chistar; la propiedad privada desaparece con la excusa de la "propiedad social", "propiedad comunitaria", " propiedad del pueblo" o como quieran llamar a ese proceso de despojo en que legítimos propietarios son echados de sus tierras, fábricas y casas en una jornada dolorosa y sangrienta cuyas heridas no cierran jamás. La persecución a la disidencia política, comunicacional o gremial es feroz. La cultura y la academia son enemigos del régimen. El miedo se instala tanto en los opositores como en los que alguna vez siguieron al gobierno. La pobreza material y emocional es dominante entre el pueblo cada vez más disminuido y con menos derechos. El alimento que da el régimen a las masas es el populismo y el país cada vez se hunde más en la penumbra de la desesperanza.

Y todos los dictadores comunistas actuaron igual: eliminaron el capitalismo, expulsaron a los extranjeros, confiscaron bienes, nacionalizaron empresas, eliminaron la clase media y sus inversiones, violaron la Constitución o la reformaron a su antojo, crearon sus propias leyes para apoderarse de todo y eternizarse en el poder. En ese proceso, arruinaron el país y vaciaron las arcas del Estado para lograr sus metas a cualquier precio.

Las historias son idénticas, los finales semejantes. Algunos dictadores murieron en el poder después de muchos años, otros fueron derrocados, algunos más asesinados en la revuelta definitiva. Pero sus pueblos se sacudieron del yugo comunista, en muchos casos disfrazado de socialismo, convencidos de que la opinión de Winston Chuchill, el Primer Ministro Británico durante la Segunda Guerra Mundial, es la descripción más exacta de ese funesto sistema: "El socialismo, es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia, la predica de la envidia. Su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria"

No hay sino que revisar las historias de estos dictadores comunistas: Janos Kada (Hungría 1956-1965), Josep Broz Tito ( Yugoslavia 1945-1980), Enver Hoxha (Albania 1944-1985), José Stalin (Unión Soviética. 1924-1953), Kim Il Sung (Corea del Norte 1948-1994), Mao Zedong (China 1945-1976), Fidel Castro (Cuba 1959-ø). Todos llevaron a sus países a la miseria, sembraron el odio, pero apoyados por una corte de incondicionales y de un ejército traidor a su patria, lograron permanecer muchos años en el poder. Hoy sus pueblos los recuerda con horror y los daños de sus tiranías en algunos casos persisten a través de sucesores, como el caso de Corea y de Cuba. Son gobernantes odiados y sus países tienen el atraso que conlleva décadas de comunismo.

 

Cubazuela

Desgraciadamente, Venezuela, un país rico que asomaba prometedoramente al siglo XXI, ha sido tomada por un gobierno que llegó con disfraz de demócrata. Declarado abiertamente castrocomunista, está siguiendo paso a paso la fracasada receta. El desconocimiento absoluto de la voluntad mayoritaria, que votó en contra de un proyecto de reforma de 69 artículos que instaura un abierto comunismo, deslegitima al gobierno de Hugo Chávez y permite que los ciudadanos se declaren en defensa de la violada y vigente Constitución, cuyos Principios Fundamentales e inamovibles establecen que Venezuela es una democracia que respeta el pluralismo político, la igualdad, la justicia, la descentralización, la propiedad privada y los derechos humanos.

Hugo Chávez declaró que la victoria de la oposición en el refrendo que rechazó la Reforma Constitucional era "una victoria de mierda"(sic) y por eso, violando el articulo 5 de la Constitución que ordena el respeto a la voluntad popular expresada en las urnas, decidió desacatar la Carta Magna, con la delictiva complicidad de la Asamblea Nacional, del Tribunal Supremo de Justicia, de la Defensoría del Pueblo, de la Fiscalía General de la República, del CNE y de la Fuerza Armada Nacional, todos engordados por la marea roja. Los resultados están a la vista: la reforma rechazada está siendo aprobada mediante inconstitucionales leyes, que no sólo se saltan a la torera las normas constitucionales sino hasta la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Convención Americana ( Pacto de San José), suscritas ambas por Venezuela, y por lo tanto de obligatorio cumplimiento.

Todas estas leyes aprobadas sin discusión por una obscena manada de diputados que responden a la voluntad de Chávez y no a la de sus representados, son nulas de toda nulidad. Desacatan los principios de justicia, de legítima defensa, de propiedad privada, del debido proceso, de la justa indemnización, pero sobre todo, tienen por finalidad poner a todo el país de rodillas ante quien se cree dueño de Venezuela. La justicia no necesita de militares armados hasta los dientes para imponerse. La infamia de la violencia y la amenaza contra los propietarios, contra los despojados, contra los mandatarios de oposición, contra la disidencia, contra los medios, demuestra al mundo que Hugo Chávez ha optado por el camino sangriento marcado por su padre Fidel.

 

La receta ciudadana

Tierras, empresas, industrias, han sido tomadas y expropiadas en forma atropellada y humillante. Muchos trabajadores de esas empresas han creído la falacia de que ahora sí serán dueños de esos bienes, por la vía del arrebatón propia de los delincuentes, pero pronto se verán las consecuencias económicas y sociales de este desmadre. Vienen la Ley de Propiedad Inmobiliaria y la de Terrenos Urbanos, que tocarán el último reducto de los propietarios: sus casas. Tal vez esto sea lo que necesitan muchos para reaccionar y entender por fin que el pueblo venezolano se enfrenta a un poder que comenzó como constitucional y que ahora deviene en una dictadura castro comunista.

En la medida que el pueblo tome las acciones previstas en las Constitución para hacerla cumplir, en esa misma medida saldremos más rápido de este problema de vida o muerte. En la medida que los venezolanos entiendan que este régimen no dará marcha atrás y que debemos enfrentarlo con las armas de que dispone una ciudadanía demócrata, estaremos más cerca del fin. Y hay que atajarlo pronto, porque el cáncer comunista ya está devorando nuestro sistema de vida. A evangelizar, a convencer Constitución en mano a familia, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y a todo el que nos quiera escuchar de cómo están siendo violados nuestros derechos. Hay que unirse, protestar, escribir, manifestar frente a los entes públicos, votar y mil veces defender ese voto, demandar ante los entes públicos, denunciar ante los organismos internacionales a un gobierno que cada día está más cerca de ser forajido. Información es poder, hay que informar a quienes desconocen la violación legal, a quienes no han leído la historia siempre fracasada del comunismo y sus tiranos.

Ninguna acción esta excluida de esta cruzada intensa que debemos desarrollar quienes queremos seguir viviendo en este país, con justicia y democracia. Es hora de ejercer la ciudadanía venezolana y atajar de una vez por todas la pandemia comunista que asola a Venezuela.

charito@movistar.net.ve

Sunday, May 10, 2009

Jaime Bayly: Cucarachas voladoras

Regreso de la televisión a medianoche. Enciendo la luz de la cocina. Hay una cucaracha merodeando en el piso.

Me saco el zapato, me acerco a ella y se lo arrojo. No le doy. La cucaracha vuela hacia mí. Doy un alarido, me sacude un escalofrío.

Dios, ¿estoy alucinando o las cucarachas ahora vuelan en mi casa?

La cucaracha vuela como si quisiera morderme, como si fuese un vampiro. Me protejo la cara, manoteo. La cucaracha cae al piso mugriento. Me saco el otro zapato y salto sobre ella para aplastarla. Resbalo. Caigo. Me corto la mano.

La cucaracha se desliza debajo de la lavadora.

Maldita, algún día te mataré.

Subo a buscar la escopeta de perdigones que compré para matar al pájaro cantor. Saco la escopeta, la cargo, apago las luces de la cocina, enciendo la linterna, apunto hacia la lavadora y espero a que salga la cucaracha.

Espero y espero y ella, que es astuta, no sale, sabe que si sale la cazaré.

Subo a mi cuarto a leer y veo una cucaracha. Merodea a un paso de mi cama. Nunca había visto una cucaracha en mi cuarto. ¿Cómo y por qué subió a buscar comida al pie de mi cama? ¿Tan inmunda es mi casa?

Tengo una mano cortada. Con la otra intento aplastar la cucaracha, pero me esquiva y se mete debajo de la cama.

Estás atrapada, de allí no sales viva.

Muevo la cama, muevo el colchón, intento asustarla para que salga, pero no sale.

Bajo a la cocina, cargo la escopeta y la linterna, subo a toda prisa, me agacho al pie de la cama, prendo la linterna, ilumino debajo de la cama, listo para disparar. No veo ninguna cucaracha. Hay tantos ovillos de polvo que es una densa alfombra gris. Puede que la cucaracha esté camuflada bajo esa capa espesa de ácaros, puede que haya huido.

Lo cierto es que hay una cucaracha en la cocina y no puedo matarla y hay otra en mi cuarto y no sé dónde está.

No es una sensación agradable vivir con cucarachas. Yo quería vivir solo. Por lo visto no se puede. Siempre terminas viviendo con cucarachas voladoras.

Pensaré como una cucaracha, tal vez eso ayude.

Bajo a la cocina, abro la refrigeradora, saco un pedazo de pollo, lo tiro en el piso, cerca de la lavadora. El olor la turbará, la hará salir. Apago las luces, enfoco la luz de la linterna sobre el pedazo de pollo, apunto con la escopeta.

Espero y espero y espero.

Un hombre de bien no puede convivir con unas intrusas asquerosas en su casa, un hombre de bien tiene que matarlas.

Aprieto el gatillo, la cucaracha voladora vuela por los aires viciados de la cocina, pero no vuela porque quiere, vuela porque le he clavado un balín y la he despedazado: ahora sabes quién manda en esta casa.

Puede que sea el momento más feliz de mi vida.

Repito la operación en mi cuarto. Dejo el pedazo de pollo a un metro de la cama. Apago las luces, apunto la linterna a las hilachas de pechuga de pollo, espero con la carabina cargada.

El instinto de francotirador me sacude. Allí está la viciosa refocilándose en el pollo que le serví como última cena. Come, miserable, que no comerás más. Disparo. Vuela la cucaracha, vuelan las hilachas de pollo. La cucaracha cae sobre mi cama y corre, malherida. Salto sobre ella y la aplasto con mi mano cortada. La mato. Sus restos se confunden con mi herida sangrante. Me infecto de cucaracha. La cucaracha se mete en mí, es su venganza postrera.

Puede que sea el momento más repugnante de mi vida.

Me doy una ducha y veo mi mano derecha cortada y manchada de cucaracha y me duele cuando paso jabón por esa pestilencia infecta.

Salgo de la ducha. Me visto. No puedo dormir en esa cama. Está manchada de cucaracha.

Me voy a la cama de mis hijas con mi escopeta y mi linterna. Me echo y dejo la escopeta y la linterna a mi lado. Me pongo guantes, zapatos, cubro mi cara con una bufanda. No quiero que me coman las cucarachas.

Nunca podré vivir solo. Los insectos se quedarán con esta casa y me comerán cuando muera y nadie se entere.

No soy un buen escritor, no seré presidente, pero he matado dos cucarachas esta noche. Puede que mi padre, si está por allí, esté orgulloso de mí. En su honor, apunto al espejo, disparo y lo hago trizas. Puede que sea el momento más triste de mi vida. (El Herald)